Patricio Guzmán
Una vez más numerosos medios de comunicación y economistas difunden la idea que estaríamos cerca de salir de la recesión mundial. Pareciera un ‘cuento del lobo’ cuya llegada se anuncia pero siempre hay que chutar hacia delante.
Pero los ‘optimistas’ que anuncian el pronto fin de la recesión global no se ponen de acuerdo si la salida del túnel será para el segundo semestre del año 2009, para dentro de un año o incluso más adelante. EL FMI habla del año 2010.
Los principales signos de futura salida de la recesión estarían dados por la economía china, que debido a sus elevados niveles de ahorro habría podido enfrentar la crisis económica, incentivando su demanda interna, e incluso vuelven a ver factible que China alcance un crecimiento anual del 8% este año, que era su meta económica, para garantizar la estabilidad social.
Nuevamente insisten que China actuará como locomotora
Esta visión es una reedición de una de las teorías que inicialmente se propusieron para negar que la crisis fuera profunda y de largo plazo; China actuaría como locomotora de vía economía global arrastrando nuevamente al crecimiento a las regiones del globo en crisis.
Pero era imposible que China fuera inmune a la crisis global, las exportaciones que han sido el sector más dinámico de su crecimiento económico, se dirigen hacia mercados en los países capitalistas desarrollados que son los más afectados por la recesión mundial. Entre enero y abril las exportaciones chinas se redujeron en un 23%, y de acuerdo con cifras oficiales la economía creció 6.1% el primer trimestre, el menor en diez años. Estas cifras parecen enormes pero representan un crecimiento 4.5% inferior en el mismo periodo en 2008. Además la confiabilidad de las estadísticas del gobierno chino han sido puestas en duda.
Otra amenaza que algunos economistas han apuntado para la economía china es la amenaza de deflación. La caída sistemática de precios que ampliaría la caída del crecimiento.
Finalmente si la recesión global se prolonga, se afectaría aún más las exportaciones, seguiría aumentando el desempleo y ello inevitablemente repercutiría en la demanda interna.
Otros focos amenazan activarse
Mientras tanto en cualquier momento podría reavivarse un nuevo foco de crisis, o surgir alguno inesperado, lo que alejaría el horizonte del fin de la receisón. Uno de los esperados es el colapso de la economía en el este europeo que repercutirá fuertemente en el sector financiero especialmente de Suecia y Europa Central, en donde destaca la banca austriaca que tiene un 60% del PIB anual comprometido en prestamos de dudoso cobro.
Un desastre anunciado – pero no el único - es la crisis de la deuda de los países bálticos. En estos estados están comprometidos enormes préstamos de bancos escandinavos; Swedbank, SEB y Nordea, prestaron a Lituania entre los tres alrededor de 50 billones de Euros (Dagens Nyheter, 13 May)
Las repúblicas bálticas (Letonia, Estonia y Lituania) se han convertido en un símbolo del colapso económico en el este de Europa. Las cifras son catastróficas. El periódico económico Sueco “Veckan Affärer” afirmó que “Lituana se ha convertido en un infierno capitalista”. El primer trimestre la contracción económica del PIB anualizado fue del 30%.
El FMI y funcionarios de la Unión Europea han exigido al gobierno Lituano que reduzca su presupuesto en un 40%. Una medida que llevaría al colapso a un país que ya está al borde del abismo.
En diciembre pasado, el FMI, la Unión Europea y Suecia prometieron a Lituania un préstamo de casi 8 billones de Euros, pero mientras el gobierno no presente sus planes para reducir el déficit del presupuesto bajo el 7% del PIB, el FMI y la UE se niegan a transferir los préstamos de emergencia ya prometidos. EL FMI exige que el déficit sea menor al 5% del PIB, el gobierno lituano sostiene que negoció el 7%. Pero incluso si se reduce en un 40% el presupuesto de este año, ello no será suficiente para cumplir las exigencias deL FMI y la UE.
Es inevitable que los estados bálticos se vean obligados a devaluar sus monedas.
El colapso de las economías de los tres países bálticos, a su vez profundizara la crisis bancaria en Europa Occidental, ya que los deudores de estos países no podrán pagar sus deudas en Euros (en Lituania el 80% de las deudas están en Euros).
Crisis Social
En la historia de una crisis de la economía global que ya se prolonga casi dos años la crisis financiera se transformó en recesión económica global, y ahora en una crisis social. Las tasas de desempleo están en alza en todo el globo, los empresarios atacan las condiciones de trabajo presionando los salarios a la baja, intensificando el trabajo, extendiendo las jornadas, en todas partes hay un deterioro de la calidad del trabajo aumentando el empleo precario.
En muchos países que cuentan con un colchón de seguridad para el desempleo – que no alcanzó a ser destruido completamente por los reformadores neoliberales - el impacto social recién comienza a notarse. Alemania, antaño la locomotora de la economía europea entre los países más desarrollados es ahora el país más afectado por la recesión con una caída de su PIB anual del 7%, si la recesión global se prolonga como es de esperar, verá como los trabajadores en expedientes de empleos subsidiados pasarán a engrosar las cifras de desempleo.
Incluso si terminara ahora la recesión global – y todos están de acuerdo que sería de esperar una reactivación lenta y con bajas tasas de crecimiento – deberían pasar al menos cuatro o cinco años para volver a los niveles de empleo previos a la recesión.
Además, la crisis alimenticia, que ya estaba presente antes del estallido de la recesión se ha agravado, se calcula que un sexto de la humanidad, mil millones de personas, están pasando literalmente hambre en el planeta.
A finales de abril, después de su reunión semestral, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), señalaron que:
"La economía mundial se ha deteriorado notablemente. Los países en desarrollo afrontan consecuencias especialmente graves a medida que la crisis financiera y económica se transforma en una calamidad humana y para el desarrollo".
"La crisis ya ha arrastrado a la pobreza extrema a más de 50 millones de personas, sobre todo mujeres y niños".
A finales de año la cifra podría elevarse a 90 millones, según un informe previo de ambas instituciones.
El FMI prevé una contracción de la economía mundial del 1,3% este año, algo sin precedentes en la historia estadística de la entidad.
En abril el FMI pronosticó que la recesión mundial duraría un año más y que la recuperación podría prolongarse hasta tres años y medio más, pero que el impacto sobre las llamadas ‘economías emergentes’ sería aún más largo. Es probable que en realidad esos pronósticos resulten optimistas, ya que en cualquier momento nuevos focos recesivos podrían develarse.
Keine Kommentare:
Kommentar veröffentlichen